sábado, 24 de marzo de 2007

Sapphire and faded jeans, I hope you get your dreams

Vengo de hacer el gran numerito artístico. Creo que hoy he hecho el peor baile de la historia de los patines, pero no importa; ya me buscaré alguna atribución por hacer. ¿Cómo cual? “uhmmmm, es que tenía mucho sueño…”

Qué manía la gente con que no había dormido. Eso que te miran con cara ácida –lo que viene siendo el Fary con un limón en la boca-, se inclinan un poco –para dramatizar, porque con patines, si me lo propongo, puedo ser hasta alta- y te dicen aquello de “¿¿qué te has ido de fiesta??”, léase con voz preocupada. “Pues no, no me he ido de fiesta. Fui a dormir a casa de una amiga y nos quedamos haciendo el imbécil –cuando digo imbécil hago referencia a un “estube imitando el baile de seducción de Bizcochito y la trupe Ally Mcbealera, en el lavabo” (para dar ambiente coged el ratón -> Emule -> Descargar “Barry White - My First, My Last, My Everything) (la pondría aquí pero tengo mis limitaciones) hasta las tantas, me tragué dos veces y media la peli de Beetle Juice, jugamos a deprimirnos con la realidad e incluso realizamos vídeos-parodias patéticas emulando al Sexto Sextido (“En ocasiones me tiro pedos”, dice “El niño del Sexto sentido”. “¿en serio?, dice Sandra. Cámara me enfoca la espalda, cámara cutremente se acerca, cámara me hace un primer plano y aparezco con una mascarilla de hospital: “pues… pues no lo había notado”) (Vale, aquí podéis hacer la risita incrédula –echar el aire por la nariz, como si se quisiera impactar un moco contra el teclado- del estilo “juas, me río de lo ridículo que es”. Sí, sí, comparto el sentimiento). Pero si tenemos en cuenta que he dormido en una cama de matrimonio con mi mejor amiga –queda muy de quinceañera esto de las mejores amigas, ¡¡fiends forever!!- hasta las 11 de la mañana… PUES SÍ, SÍ HE DORMIDO. PERO ME PARECE QUE ME ACABAS DE CREAR UN TRAUMA, so estúpido. Feo tú. Tú más.

¿Me estaré convirtiendo en un monstruo? ¿En qué superguerrero estará mutando mi cara? Sea lo que sea, me pido Son Goku.

Llevo un descontrol de horas de sueño importante. El miércoles fue muy descarado: pretendía irme de acampada. Os lo voy a contar porque no tiene desperdicio. Venga, id a por palomitas:

Miércoles día 21 (lo he tenido que mirar, confieso) de Marzo Sandra, después de un entrenamiento cualquiera de patinaje, fue dirección Universidad para reivindicar el alto coste de la vivienda. Cuando llegué, me encontré una multitud de tiendas de campaña. Qué maravilla, aquello parecía el camping del Delfín Verde, por lo menos. Me acerco en busca de mis amigas y me encuentro con 80 personas en el césped en pseudosilencio. ¡¡Ahhhh, qué miedo, nos quieren hacer adeptos a una secta; que alguien me saque de aquí antes que sea demasiado tardeeeee!! Gente hablando por turnos, diciendo cosas coherentes, manifestando sus ideas, respetando a los demás, intentando cambiar una parte de este mundo… pues cómo me iba a sentir, como una de las Gemelas de Sweet Valley acampando en el campus para luchar por algún ideal. Esto se lo voy a contar a mis nietos, me repetía.
Lo curioso es que después de la asamblea todas aquellas voces maduras se mezclaron con el liberador por excelencia de dopamina, que es el alcohol, y ya se desmadró todo. Hogueras, guitarras, tambores, gente bailando… y yo y mis pies congelados por el viento polar de Alaska.

A las dos hicimos una retirada digna a nuestra super tienda de Boy Scout con la pretensión de no morir por congelación. De hecho, en aquel momento casi casi me hicieron un torniquete en el pie a causa de mi cangrena y mi zero movilidad del dedo pequeño (hay que ver cómo dramatizo). Me envolví como un canelón en el saco, pero aquello era tan útil como yo intentando hacer bricolaje, ¡¡me entraba aire por todos los lados!! Muévete por aquí, hipnotízate hasta que nada te duela, cuenta ovejas… así hasta las 3 y media. Entonces me salió la vena de Boy Scout rebelde y empecé a despertar a todo el engendro presente en la tienda –la típica amiga tocapelotas-. “oyeeeeeeee, que esto de dormir al lado de un aspersor y tener un pseudoventilador enchufado al lado, me supera. Yo… yo me voy a mi casa, que tengo una cama calentita y un cojín de última generación. ¿Alguien se viene?”. Y sí, a las 4 de la mañana estaba con una amiga en mi cama, lejos de la acampada manifestante. No cabe decir que mi madre se burló de mí por verme aparecer a las 4 de la mañana. Qué frustración cuando regresamos a las 8 y la tienda ya estaba recogida. Con la ilusión que tenía yo de quitar los clavos.

ZzzzzzzzZZzz. A vér con quién, cómo y cuándo dormiré yo hoy.






Enigma del tatuaje: Valldaura = colegio donde doy clases de patinaje. GELS = (buen intento, Laura. Te mandaremos la entrada para el estreno de la película del Shin-Chan a tu casa, junto una caja de cereales de regalo) CHICAS. Es un gran impacto ocular, lo sé. La pobre niña se dejó la R y para arreglarlo hizo el apaño presente con el comentario siguiente: “nada, yo lo pongo así con la fonética, pronunziàtion, y ya se entiende, oye”. Sí, sí, tú haz… si total, el hombro es mío. Una horterada más, una horterada menos… pues ya no me viene de aquí.



Reto del día: Hacer reir a alguien hasta que llore. Ayer lo conseguí y os prometo que es muy placentero.

3 comentarios:

Broja dijo...

A ver si algún día me invitas a verte patinar...

Besos de espectador

Broja dijo...

O a acampar contigo...

Besos de tienda de campaña

JB dijo...

Tras superar el impacto causado por mi visión de la escena-parodia del sexto sentido (sí, sí, yo es que todo lo que leo me lo imagino, tengo un cerebro muy activo... será porque no lo uso demasiao), me veo obligado a comenta que...

¡¡Vaya susto m'has dao!!

"¿hablando por turnos, diciendo cosas coherentes, respetando a los demás..."

Suerte que luego ya ha aparecido el alcohol y el jaleo, estaba empezando a pensar que la gente se iba a volver normal... qué horror, qué miedo...